sábado, 1 de septiembre de 2012

Montevideo, 1 de setiembre de 2012

 Es una fecha que nos resultaba lejana y de ciencia ficción, cuando eremos chicos. Sin embargo, aquí estamos.
Hemos llegado al siglo XXI, y estamos descubriendo que el mundo es muy pequeño, estamos conectados a través de sistemas de internet, vemos televisión de cualquier parte del mundo por medio del cable, estamos más cerca que nunca, los humanos... pero también más lejos. Nos hemos distanciado de la naturaleza, nos hemos distanciado de nosotros mismos. Estamos tan tecnologizados que no comprendemos la existencia sin los aparatos. Todos llevamos en nuestros bolsillos un pequeño artefacto (que tan solo veinte años atrás no existía más que en el zapatófono del super agente), viajamos y nos comunicamos con los nuestros por pantallas, las fotos ya no son una incógnita de ver qué salió del revelado. Tal vez diremos, cuánto hemos logrado, cuánto avanzamos, ahora podemos ver a los futuros seres humanos, desde el vientre materno, en 3 D. Si. qué maravilla. Entonces, por qué esta sensación de que estamos olvidándonos de lo más importante. Estamos matando nuestro mundo para avanzar?, seguimos haciendo tanto daño a la naturaleza sin pensar que desmantelamos nuestro propio hogar?, o es que estamos tan adormecidos que no nos importa mientras nuestras necesidades (no básicas) inmediatas y modernas sean cubiertas?
No sé que dirá el ser humano del lejano futuro. No sé si habremos crecido moralmente como para evitar las catástrofes mayores. No sé si le habremos dejado un planeta vivible, como el que heredamos. No sé cómo nos verán desde esa distancia, lo que a mí respecta, con mis impotencias, y a través de esta caja del tiempo (que tampoco sé si llegará), solo puedo pedir perdón. Los humanos de ese siglo están anestesiados, están convencidos de que no pueden hacer nada para cambiar las cosas, que tan solo están en manos de unos pocos poderosos. Les aseguro que no les pasa por la cabeza de que puedan, en su cotidianeidad (horarios, trabajo, salidas, la conquista de un bienestar artificial), modificar la historia. (qué hubiera sido de nosotros, entonces, si los hombres de la Revolución francesa, por ejemplo, hubieran pensado lo mismo??)
Pido perdón por nuestra inoperancia, nuestra incapacidad para reaccionar a tiempo. Pido perdón por los árboles, (dios, son tan bellos, tan importantes, y los estamos arrancando), pido perdón por los mares, llenos de vida, mares que nos bañan y nos dan la bendición del agua (los estamos contaminando, matando su hábitat), pido perdón por las selvas, por las aves, por la tierra que estamos dañando sin pensar!!!
¿Habrá tiempo de cambiar? ¿Tendremos tiempo aún, de salvar la vida? no lo sé. 


No hay comentarios: