lunes, 19 de diciembre de 2011

Dar Vuelta la página

Se está yendo el 2011... y amerita un instante de reflexión.


Cuántas ideas habremos tenido hace un  año atrás, cuando estábamos cerrando el 2010, cuántas expectativas de lo que nos esperaba en el 2011, cuántos proyectos, a nivel personal y a nivel general!!! Un año es un ciclo, como una noria, da vueltas regresando al mismo punto y siempre diferente punto. Hoy estamos en el mismo momento, cerrando ese año que fue proyectado.Si bien cada uno de nosotros tendremos reflexiones íntimas en cuanto a lo que hace a nuestra vida privada, también la tenemos en relación al ámbito público, ya que muchas veces éste, determina aquel.
En ese sentido es que hemos decidido realizar una revisión muy general en cuanto a la vida pública de nuestro país, en la que todos participamos, con nuestras ideas, con nuestros enojos, con opiniones y con trabajo.
El 2011 comenzó, al menos en Uruguay, y a nivel general, con muchas expectativas con respecto a la vida política del país. Comenzaba a transcurrir el segundo año del gobierno de José Pepe, Mujica, muchos de los militantes de izquierda, que votamos el proyecto de gobierno, esperando cambios radicales, la oposición, esperando errores radicales. No olvidemos que llegaba al gobierno un dirigente tupamaro, que había participado de la guerrilla a finales de los años 60... significaba un viraje histórico de peso.
Los fantasmas, en muchos niveles, se remontaron, y sin-embargo el gobierno tendió a un excesivo diálogo con la oposición (opinión personal), que llevó a un gobierno, en muchos aspectos, tibio; cuando no poco arriesgado, especialmente en términos de DD.HH. La población comprometida en este ámbito esperaba, sin lugar a ninguna duda que la vergonzosa ley de caducidad que aún hoy sostenemos en el Uruguay, se anulara, si no por medio del plebiscito, por medio de un acto parlamentario. El ingreso del presidente al parlamento, para intervenir, de alguna manera en la votación de "la ley interpretativa" (que no anulaba), determinó un momento de quiebre con la fuerza política y la población de izquierda, que no tendría vuelta atrás.
En el ámbito educativo, la crisis que se venía gestando desde la creación de la Reforma Rama, en el gobierno de Sanguinetti, terminó por estallar. En este año se profundizó, si es posible, aún más la brecha entre instituciones privadas y públicas. La educación pública se convirtió en un campo de enfrentamientos políticos - ideológicos, campo en el que se vertían todas las posiciones y pretensiones de trabajo, y ningún proyecto educativo, serio, de gobierno. Se cierra el año un  el inminente planteo de llevar a cabo un encuentro nacional de educación en el que parecen estar involucrados todos los políticos y no los principales actores de la educación.
En cuánto al ámbito cultural, la multiplicidad de obras teatrales llevadas a cabo, muestra siempre al teatro independiente uruguayo, con fuertes intenciones de supervivencias. Se llevó a cabo el encuentro de teatro, teniendo la oportunidad de asistir, totalmente gratis, a algunas obras del teatro argentino, brasilero, chileno, etc. Se realizó un nuevo llamado a concurso para la Comedia Nacional, Se llevaron a cabo importantes espectáculos de ballet bajo la dirección de Julio Boca. El Espacio de Arte Contemporáneoque ocupa parte del ex predio carcelario de Miguelete, realizó exhibiciones de todas las expresiones del arte contemporáneo, preocupándose por el intercambio formativo a nivel nacional e internacional.
Sin duda hay mucho más que decir del año transcurrido en nuestro país, pensar en lo económico, en los conflictos gremiales, en los reclamos en el ámbito de la salud, en la guerra de las patentes que parece haber llegado a una resolución, y tantos otros temas que seguramente estoy olvidando. Un país es un organismo vivo, y en ese sentido está repleto de movimiento, de momentos buenos, de enfermedades, de disgustos y alegrías. Sobrevivir y reclamar nuestros derechos existiendo al lado de dos potencias, sigue siendo aún hoy, una batalla diaria. En nuestras vidas cotidianas, pocas veces somos conscientes que conjuntamente con nuestra realidad personal, se gesta día a día el futuro de nuestra nación.
Uruguay, el "enano resongón", al decir de Lula, el paisito, el país "hermano", según los argentinos, somos todo eso, somos más aún, un proyecto que parece no terminar de encontrar un camino firme, una fuente de interés político, que limita el desarrollo pleno, un sueño de garra charrúa que la mayoría no conoció, un enfrentamiento político continuo y un abrazo futbolero renovado.
Un pueblo país con vista al mar y mirada allende el océano...
Estamos en este barco llamado Uruguay, tenemos broncas y voluntades, pequeñas realizaciones y grandes frustraciones. Un país que a principios del siglo XX tenía el sueño de "mi´hijo el doctor", a mediados del siglo, el sueño del empleado público, y a comienzos del XXI se transformó en "m´hijo el futbolista que juega en Europa".
Comenzaremos ahora el 2012, con nuevas ilusiones, nuevos proyectos generales y personales, tal vez, con suerte, comencemos a trasar el camino de un país, no más grande, más entero, más nuestro, con perspectiva de futuro.
Que este año que comienza nos involucre a todos, nos encuentre más activos y con ganas de construir para un país para todos.